Ayer, 23 de enero, la sala Costello de Madrid se llenó para disfrutar de la presentación de Vértigo y Tranquilidad, el primer trabajo en solitario Gonzalo Alcina, el que fuera guitarrista de la disuelta banda Melocos. En este nuevo proyecto Gonzalo recoge canciones que ha ido componiendo y guardando a lo largo de los últimos años. Tras una exitosa campaña de crowdfunding para la edición del disco, ayer tuvo lugar la presentación del mismo en un concierto de lo más emocionante.
Comenzó el concierto con Tus pasos, el último tema del disco, preparando un concierto en el que hubo espacio para todos los temas del disco.
Alcina, acompañado de su banda formada por batería, bajo y las brillantes guitarras de Jorge Ojea y Quique González, y él con su propia acústica fue desgranando los temas del disco en un directo que mezcló lo apoteósico del directo más cañero y el más íntimo acústico. Temas como Barba y Rock and Roll, El mismo mar o A la tristeza ("la del gato", como dijo que la llamaban cariñosamente en la banda) dieron rienda suelta a esa mezcla entre la canción poética y con sentimiento y la esencia del pop-rock más sincero.
Se echó de menos a Virginia Labuat en la interpretación de Gloria, tema en el que ha colaborado en el disco y que encantó al público. También fue brillante el comienzo del bis con Daría, primer corte del disco, que fue aclamado por los asistentes. Hubo incluso hueco para las versiones, como la de la mítica Hallelujah de Leonard Cohen, que a solas con la acústica y la voz de Alcina pareció cobrar un nuevo y precioso sonido.
El concierto finalizó con Yo contigo, una canción cargada de energía y vitalidad que fue la guinda de un pastel del que cualquiera habría querido tomar un trozo. Un concierto delicioso para una voz que fue capaz de trasladarnos a Cádiz desde más de 600 kilómetros para sentir el mar en Madrid en una fría noche con una banda sonora genial.
Texto y fotos: Quike D-B
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