Escuchamos el último trabajo de The Foxholes, un disco de ocho cortes llamado Escaparatismo cósmico que nos deja con el alma helada.
Metemos el disco en el discman, damos al play y nos dejamos llevar por este escaparatismo gracias a las potentes guitarras de Escaparatismo I, el primer tema, una repetición sintomática de un riff brillante, estelar, propio del espacio sideral. Tiene un interludio de ciencia ficción que nos encanta. Un tema instrumental perfecto para empezar el disco.
El sonido de violines da paso a Todas tus horas (incl. Kepler Waltz). Luego entra un riff muy rockero de guitarra, una batería y el convencimiento de que The Foxholes siguen haciendo rock del bueno con toques electrónicos. La voz de Jonah entra convirtiendo la canción en una balada melódica. Y vuelve el riff rockero y sí, todo cobra sentido de nuevo. Brillante el solo de guitarra.
Falsa ciencia es un tema cargado de guitarras distorsionadas y coros alejados, ajenos, como de otra galaxia.
Suena a acústico y a sintetizador estelar Higgs boson ale, un tema electro melódico. Instrumental, porque no necesita voz. Los instrumentos hablan solos.
Otro mundo empieza con mucha marcha. Batería y guitarra de más puro rock, acompañadas de lejos por esos sintetizadores que hacen que la música de The Foxholes sea tan personal. La voz de Jonah suena a megáfono, dando un toque de ciencia ficción del siglo pasado. Muy robótico. La letra también nos habla de personalidad, de otro mundo. Y el solo de guitarra también es de otro mundo. Bravo.
Y llegamos al Escaparatismo II (más allá del blues), una demostración de que una canción puede ser perfeta sin voz. Esta lo es. Qué grande. Maestría a la guitarra, batería cargada de platillos, una armonía imposible entre los instrumentos. Pero qué guitarra. Qué guitarra.
Escaparatismo III (golem) es una canción más oscura, pero tiene algo de épico. Ritmos rápidos y golpes marcados. Música cósmica y oscura, propia de la ciencia ficción más cinematográfica.
Y terminamos el disco con el último escaparatismo, el que da nombre al disco. Escaparatismo IV (cósmico) hace que el disco acabe en un punto álgido, ya que se trata de una composición completa, que tiene rasgos de ciencia ficción y suena a esperanza, a batalla vencida, a victoria. Suena a final épico de película. Hace un fin de disco perfecto.
Mención aparte merece el diseño del sleeve, a manos de Daniel Bellotti. Una imagen más que adecuada para este disco.
Escuchadlo.
Redacción: Quike D-B
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