Dio comienzo con canciones lentas al piano en las que nos enseñó la personalidad de su voz, a veces dulce y a veces desgarrada, llena de matices. Sin duda canciones como The window o Fly no dejaron a nadie indiferente.
Tras demostrarnos su habilidad con la guitarra y el piano Beti llamó al escenario a Xona, Luis y Pablito para que le acompañaran con el bajo, la guitarra eléctrica y la batería. Gracias a ellos la segunda parte del concierto fue mas enérgica, aun así fue en sus solos donde pudimos disfrutar plenamente la esencia de esta artista.
Cerró el concierto con algunas versiones de clásicos como Let it be o Stand by me con los que el público conectó entusiasmado.
En definitiva, el concierto de Beti nos ha dejado con ganas de más.
Redacción y fotos: Inés García Gutiérrez
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