¡Hola, indielocos! Hoy volvemos a traeros una reseña, que ya hacía tiempo que no lo hacíamos. Se trata de Illusions, el segundo completo de estudio de Conmutadores, del que ya os hicimos un adelanto.
Metemos el CD en el discman (nada de mini-cadenas ni equipos de música) y damos al play.
Empieza a sonar Something lost muy electrónico con los sintetizadores. Se suman la batería y el resto de instrumentos hasta que entra la voz con la primera estrofa. El estribillo da mucha fuerza al tema, envolviéndote al escucharlo. Guitarras sucias, sintetizadores, ritmos casi oscuros... Llega el puente, tranquilo, dejando descansar la mente y, seguido de los sintes, vuelve el estribillo finalizando la canción con mucha energía.
My sweet temptation tiene mucho más de electrónico. Sinterizadores, pianos... Es un tema más tranquilo, con un estribillo lento en todos los sentidos, tanto instrumental como vocalmente.
Mucho más movida empieza Let me love you, un tema que tiene mucho de single, con muy buen sonido. Tienen protagonismo los sintetizadores, acompañados de la guitarra. Se trata de una canción con mucha fuerza que acaba con un chute de energía muy interesante.
Don't be afraid es una canción de amor y está muy bien formada musicalmente, acompañando de forma genial a la letra. Percusión electrónica, guitarras melódicas y una buena combinación instrumental en general. Nos quedamos en la cabeza con ese estribillo pegadizo, y eso está muy bien.
Interesante el comienzo de Illusions, con mucha electrónica que da un rollo muy bueno. Una combinación curiosa entre el tono alegre de la música y el tono oscuro de las estrofas. El estribillo es diferente, muy armonioso y enérgico. Es un estribillo que motiva mucho. Un tema muy bueno, merecedor de que el disco lleve su nombre.
El siguiente es Sadness of her love, y sí suena a triste, pero a una tristeza oculta bajo una sonrisa. Se nota la presencia de un bajo que no había estado presente en los otros temas. La letra habla de una chica que llora para sí misma, sin que los demás se enteren. Justo a eso suena la música. Qué buen trabajo.
Living in my head empieza con mucha potencia: voz con chorus seguida de una electrónica de lo más discotequera. Esta es una canción llena de efectos electrónicos que merece una escucha especial. Casi parece un tema experimental, hasta que empieza a hablar de amor, drogas, sueños, lágrimas, sexo y muerte (viviendo en mi cabeza), y entonces lo entendemos todo. Muy interesante, pues tiene hasta una parte en la que el piano baila con la electrónica más dura.
Después suena Pain, un tema muy de pop electrónico con un estribillo que tiene algo, aunque no sabría cómo explicar qué es lo que me gusta. Es más de lo mismo, pero diferente, más enérgico tal vez. Escuchadla.
One hundred days nos lleva a un sonido robótico y de ciencia ficción. La guitarra acompaña perfectamente, dando una base distorsionada al teclado. Muchos efectos futuristas. Un trabajo muy interesante.
El disco se acaba con Everything's coming up roses, una canción que motiva mucho, que te hace bailar al ritmo del estribillo. Tiene mucho de pop electrónico bien hecho y es una forma genial de terminar el disco.
En general, en este disco encontrareis un sonido electrónico pop bailable pero también para escuchar en el iPod durante un viaje en autobús viendo la lluvia caer al otro lado de la ventana. Aquí os lo dejamos para vuestro disfrute personal.
¡Un saludo!
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